Mis últimas inversiones de 2023

Así comienzo el 2024

Se ha terminado oficialmente el año fiscal 2023 en la bolsa de EEUU.

El mercado se movió al alza en el último trimestre. Solo bastó que la FED abriera la posibilidad de bajar los tipos de interés en 2024 para que Wall Street se bañe de entusiasmo, asumiendo que la insinuación de la FED será un hecho.

La evidencia es todo el frenesí de compras que siguió a los anuncios. Para que tengamos una idea, el SP500 creció más de 11% solo el último trimestre, casi lo mismo que el resto de meses en agregado.

Varias acciones llegaron a máximos históricos o máximos que no se veían en 52 semanas. Apple, por ejemplo, roza los $200 por acción al cierre del año, un número que no se había visto en su historia.

En consecuencia, el reto en 2024 será decidir cuál de todas las acciones que nos interesa estará “menos cara”. Por ejemplo, mi fondo favorito (VOO) terminó cotizando en aproximadamente $437, cuando hace nada más un mes atrás, cada acción se podía conseguir en $20 menos.

En este sentido, mi decisión es seguir comprando, pero poniendo a los dividendos como criterio preferencial. Muchos inversionistas afirman que los dividendos son un refugio tanto en crisis como en bonanzas. Yo estoy 100% de acuerdo.

Las empresas bien consolidadas verán su acción caer durante una crisis, pero seguirán pagando dividendos a sus accionistas si su política así lo dicta. Pensemos en Microsoft, Apple, Exxon, Chevron. Así, en épocas de crisis, seguiremos recibiendo efectivo por cada acción que tengamos en el portafolio (empresas que paguen dividendos, obviamente). Una gran ventaja, pues nadie quiere vender en épocas de vacas flacas.

En crisis, además, surge la oportunidad de comprar barato. Por tanto, si tenemos liquidez (cash, que puede provenir de acumular dividendos -ahorrar-), aumentar posiciones en aquellas empresas que se van a recuperar (las consolidadas) es una excelente decisión. Pensemos también en comprar todo el mercado (VTI) o un fondo específico a un grupo de empresas (VOO).

Por otro lado, en épocas de bonanza (el llamado “bull market”), si bien el precio de las acciones sube, nuestros dividendos obviamente seguirán llegando de manera puntual.

En ninguno de los casos anteriores tenemos que vender. Es posible que tengamos un incentivo para liquidar posiciones en un mercado al alza, sin embargo mi recomendación es tener un destino para el dinero que vamos a obtener luego de liquidar dichas posiciones. Caso contrario, mantener acciones que paguen dividendos es una decisión inteligente.

Esto nos trae al movimiento que hice hace un par de semanas en mi portafolio: bonos.

Hace varios meses había estado estudiando un fondo ETF cuya estrategia está indexada a bonos corporativos. Su ticker es VCIT, de Vanguard (el gestor de VOO).

Hay tres factores que hicieron que tome la decisión de abrir posiciones en este fondo. 1) El mercado de los bonos se va a apreciar el próximo año con la bajada de los tipos; 2) Este fondo paga dividendos mensuales a razón de ~$27 por cada 100 acciones; y 3) Por su naturaleza (bonos), el precio del fondo no fluctúa en rangos grandes (baja volatilidad), lo que lo hace especialmente atractivo cuando todo lo demás está “caro” y queremos diversificar agregando renta fija a nuestros portafolios. 

Un dato adicional: la acción de VCIT se ha movido entre un mínimo de $73 y un máximo de $81 en 2023. La teoría nos dice que debería subir el próximo año (cuando los tipos bajan, el precio de los bonos sube).

Nada es gratis, por supuesto. Ya que la volatilidad de los bonos es baja (son instrumentos de renta fija de bajo riesgo), tampoco tenemos que esperar retornos extraordinarios, algo que sí puede suceder con las acciones (renta variable).

Sin embargo, como lo mencioné al inicio, estamos ya en un mercado con la renta variable en alza (Nasdaq +55% en 2023).

En consecuencia, aprovechando que uno de los fondos en mi portafolio (bajos retornos, dividendos poco atractivos) se colocó en neto positivo, liquidé aquellas posiciones y, acto seguido, compré 100 acciones de VCIT.

No necesité agregar dinero, fue un movimiento de rebalance de manual: vender lo que no funciona y, con el dinero de la venta, comprar algo que se acomode a nuestra estrategia.

Mírenlo de esta manera: Una inversión de bajo riesgo de ~$8,000 nos deja más de $320 al año (repartidos mes a mes). Liquidez mensual mientras dormimos.

En conclusión, siempre hay oportunidades en la bolsa de valores. Aunque en mercados al alza no sean tan evidentes (más allá de que vender es una tentación), pensar al largo plazo y adaptar nuestras estrategias a lo que se viene mañana, mantiene un flujo de caja que incluso será útil para comprar nuestras acciones favoritas, que están a un precio por encima de nuestra zona de comfort.

Un abrazo desde Houston,
Omar

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