Business Market | ¿Cuándo vender?

Entre las inquietudes de un inversionista (en especial quienes comienzan), decidir cuándo vender está entre las más comunes y con justa razón. Hoy hablaremos sobre una de las tantas respuestas a la pregunta "¿cuándo vender?".

En principio, la pregunta de hoy tiene más de una respuesta correcta. La más fácil de decir es "nunca", pero también es la más difícil de comprender.

Usemos un ejemplo simple para entender cómo un portafolio (todo o una parte) puede pasar de una generación a otra, sin necesidad de liquidarlo. Pensemos en una casa que se hereda de abuelos a padres y luego a nietos. No se ha vendido. Esto no significa que este activo no haya generado beneficios. Imaginemos que estuvo rentada por varios de los años de su existencia, produciendo un flujo de caja mensual a sus propietarios, quienes la mantuvieron como activo y nunca la vendieron.

El ejemplo anterior no es exclusivo de los bienes raíces, pues lo mismo pasa con cuentas de banco y, por supuesto, con portafolios de acciones. De hecho, es mucho más fácil repartir un portafolio entre varias personas (hijos, herederos), pues las acciones se pueden dividir entre los beneficiarios (incluso en fracciones), dando así la opción a sus nuevos dueños de mantenerlas o venderlas. No sucede lo mismo con un bien inmueble (casa en nuestro ejemplo), pues el mismo no se puede dividir en partes iguales, generando un conflicto entre quienes quieran liquidar (vender) el bien versus quienes lo quieran mantener como inversión.

En resumen, la estrategia de nuestro portafolio bien puede ser no vender nuestras acciones, sino mantenerlo como un activo que se herede luego de que no estemos en este mundo.

Ahora bien, la decisión de mantener nuestras acciones más allá de nuestra vida es mucho más fácil de tomar cuando hemos escogido construir un portafolio que, además de los retornos a largo plazo, también genera dividendos. Así, el efectivo que recibimos cada vez que haya repartición de dividendos es un incentivo no solo para conservar nuestro portafolio a perpetuidad, sino también una fuente de ingresos pasivos que nos ayuda a cubrir gastos o a incrementar nuestras inversiones.

Recordemos siempre: Los retornos positivos (ganancias) de una acción solo se hacen efectivos cuando vendemos dicha acción, mientras que los dividendos (si la empresa los paga) son dinero en efectivo en nuestra cuenta, listo para usar a nuestra discreción (liquidez inmediata).Por ejemplo, un portafolio sencillo con acciones en el fondo VOO (indexado al SP500) y el VCIT (bonos corporativos) con un presupuesto de $5,000 genera dividendos como sigue:

$3,000 invertidos en VOO generan (aprox.) $56.2 al año

$2,000 invertidos en VCIT generan (aprox.) $66.6 al año

La anterior es la popular diversificación 60/40, 60% renta variable (acciones en SP500), 40% renta fija (bonos corporativos).

Así mismo, si quisiéramos incrementar nuestra generación de dividendos, podemos construir un portafolio de acciones individuales. A continuación varios ejemplos de lo que generaría una inversión de $5,000 en cada una de las siguientes empresas, tomadas de la lista del Dow Jones:

Intel (INTC): $260, Coca Cola (KO): $139, Dow (DOW): $254, 3M (MMM): $237, Verizon (VZ): $310.

Es decir, $5,000 en Intel nos da un aproximado de $260 anuales en dividendos, $5,000 en Coca Cola unos $139, etc. 

La estrategia consiste en elegir fondos o empresas con un historial de buenos resultados, consolidadas y que tengan como política corporativa pagar dividendos (utilidades a sus accionistas). De ahí que mi ejemplo no es deliberado. He escogido empresas basándome en el índice Dow Jones, pues todas cumplen con las características mencionadas. Algo similar sucede al escoger el fondo indexado al SP500.

La ventaja de tener un estrategia de comprar fondos o acciones que generan dividendos nos garantiza que dicho flujo de efectivo sea constante, sin importar el precio de la acción. Es decir, nos incentiva a mantener nuestras posiciones (buy and hold).

Tanto el SP500 como el Dow Jones cerraron el 2022 a la baja y en negativo (enero a diciembre), sin embargo sus dividendos no se alteraron.

En otras palabras, si alguien compró VOO en enero y no vendió, recibió sus dividendos completos (cash, recordemos), cada trimestre, aunque su portafolio terminó en negativo (-16% aproximado).

Buy and hold, la estrategia sencilla que requiere paciencia y conocimiento. Las emociones son el peor enemigo del inversionista.

Además, en el largo plazo, las acciones de buenas empresas subirán, con lo que también veremos apreciado nuestro portafolio. Esto es importante en el escenario donde llega el momento de vender.

En conclusión, decidir vender bien puede ser una tarea que dejemos a nuestras futuras generaciones, especialmente si hemos hecho bien el trabajo de elegir y nuestro portafolio se aprecia con el tiempo, generando -de manera constante- frutos adicionales a manera de dividendos, los cuales sí los tendremos que administrar mientras tengamos acceso a nuestras acciones.

Finalmente, hay un escenario donde sí es conveniente vender -incluso en nuestros portafolios a largo plazo-, para evitar que nuestra diversificación disminuya, pero ese tema merece un post individual.

Un abrazo desde Houston,

Omar